
Reseña de libro: Quizás, Quizás, Quizás | Norma Yamille Cuéllar
Quizás, quizás, quizás de Norma Yamille Cuéllar.
Por: Josué Altamirano Alberto
En el 2008 Tryno Maldonado editó una antología de escritores nacidos en los setenta, en la que no incluyó a escritores que en el futuro se harían así mismos, recurriendo a la autopublicación, que se hicieron visibles mediante concursos que a nadie le importaron y por medio de editoriales, que como ellos, lucharon por caminar contra la corriente. En esa antología no apareció Norma Yamille Cuéllar ni Daniel Espartaco, Carlos Velázquez, Daniel Herrera o tantos más que hoy en día tienen un nombre por si mismos y que han publicado sus obras obviando los consensos de grupos de escritores adictos a la autoayuda.
Hace pocos días se conmemoró un año más del día de la mujer en México y cada año es como si se destapara una coladera de la que salen del inframundo voces misóginas que esperan el mejor momento para hacerse expresar; este país que por más “progre” que lo creamos y le presumamos sus avances, este tema se aborda solo en teoría, porque en la práctica el más profundo corazón podrido del machismo sigue viviendo y latiendo escandalosamente entre nosotros. Leer a Norma Yamille fue despegarme un poco de este tufo y conocer como las mujeres de este país no están esperando un discurso ni una buena voluntad de editores pretenciosos, es leer en tiempo real como ellas se empoderan paso a paso, década a década, crisis financiera tras crisis financiera y como este submundo de la sobrevivencia se convierte en un lenguaje real y sofisticado.
Quizás, quizás, quizás es una novela escrita a partir de la tradición de los antihéroes que prefieren los escritores mexicanos, Ana la protagonista de la novela es uno más de estos grandiosos protagonistas del Mexican thiller, como el Zurdo Mendieta de Elmer Mendoza, como el reportero Casasola de Bernardo Esquinca o el policía judicial Filiberto García del Complot Mongol, personajes que no tuvieron de otra que vivir en este país, donde por más que escribas una hermosa e increíble historia para ellos, fueron nacidos para perder. Ana es una mezcla de Erin Brockhovich y la caótica Bridget Jones región 4, una perdedora que luchará por seguir las oportunidades que la casualidad le da, sumergida en medio de una narrativa apegada al guión de serie gringa y un cúmulo de escenas y atmósferas que te permiten crear perfectamente una imagen mental de lo leído; así como al leer las novelas de Jorge Ibargüengoitia te das cuenta que están hechas para llevarlas a la pantalla, Quizás, quizás, quizás es una novela que no descuida nada, los protagonistas visten marcas, manejan autos lujosos y son asiduos a lugares fancy, casi puedes oler el perfume, saborear la comida costosa que comerán y cada detalle se complementa con las características sociales perfectamente delineadas en cada uno de ellos, haciendo de los personajes dignos protagonistas de una serie de televisión capaz de tener varias temporadas.
Las similitudes de la novela con la vida real son mera coincidencia, de antemano sabemos que la realidad y la verdad es insuperable donde la ficción puede quedarse corta; en esta ocasión la figura central de una aspiracional pareja dispareja presidencial enmarca un submundo de frivolidades nada lejano a la realidad, Norma Yamille hace que Ana camine entre este universo, donde el poder político y los más profundos deseos se hacen realidad. Un lugar creado a la perfección donde el lado oscuro del personaje puede desnudarse y disfrutar de esos placeres que solo habitan en nuestro interior al mero estilo de House of Cards, donde el entorno de mentiras y lucha por el poder permiten a la narrativa desplegar el siempre sigiloso y escondido inconsciente, donde más que perseguir ambiciones políticas, se persiguen deseos de sumisión y se expone con esplendor el narcisismo y masoquismo, Quizás, quizás, quizás es una novela que mas allá de la historia lineal, es una historia donde podemos ver hechos realidad nuestros más sucios e inaceptados deseos.
Nota: Esta reseña fue publicada originalmente en la fan page de la Novelita Quizás, quizás, quizás.

Llegué a la Ciudad de México un día lluvioso de 1998 y ya no me fui. Me gusta leer en el transporte público, intentó escuchar música sin prejuicios y escribo historias de mis peores quincenas. Actualmente colaboro como Diseñador Senior desarrollando proyectos de espacios que buscan mejorar la experiencia laboral de las personas.